Cuántas veces te has colocado tu blusa favorita y notas cómo tus pechos no encajan con el modelo. Quizás se deba a la flacidez o la caída de los senos, si es así, entonces se puede considerar un aumento de busto o, por el contrario, una disminución.
No sólo se trata de apariencia, sino de sentirte cómoda y segura con tu cuerpo, algo que influye directamente en la autoestima. Pero, existe una solución para cada caso, ya sea que se trate de una reducción o una elevación. Aquí algunas opciones de cirugías de mamas que ayudarían a solucionar el problema.
Siempre es bueno considerar una mastopexia
Resumen
Los senos influyen notablemente en la apariencia de toda mujer. Y, con el paso de los años, algún embarazo y los inevitables cambios hormonales, la morfología del busto cambia notablemente. Sin embargo, todo esto puede revertirse con una mastopexia pecho.
Quizás a primera vista el nombre te asuste y es normal. Aunque no es más que una cirugía de elevación de busto, con la que se busca devolver su forma original al seno. Una intervención quirúrgica que puede devolver la figura y hasta subir la autoestima.
Lo que se debe conocer
Una de las ideas equivocadas que se presentan en el momento de realizarse una mastopexia de pecho, es que muchas veces se cree que este procedimiento consiste en aumentar el tamaño. Pero esta cirugía no es para eso, todo lo contrario, es para devolver la forma a la mama. A través de ella, se busca reestructurar el tejido mamario y cortar el excedente de piel.
Todas las mujeres a partir de cierta edad, son candidatas para esta intervención, así que es un punto a favor. En el procedimiento como tal, el cirujano realiza un lifting de senos y corrige el contorno. Aparte, reubica la glándula mamaria, y agrega volumen para que los pechos vuelvan a verse perfectos.
Elige bien lo que quieres
Una experiencia única como mujer es colocarte frente a un espejo y soñar con los senos que se anhelan. Esos que entran en la blusa de tirantes y se ven firmes. Esto es útil para saber qué es lo que esperas e informarlo al especialista.
Todos los cuerpos femeninos son diferentes, por eso es necesario que el especialista realice una evaluación previa, por lo general, quieren el busto firme y grande. Muchas veces, para lograr este sueño, el experto debe realizar dos intervenciones quirúrgicas en una: la mastopexia para reafirmar y la mamoplastia para aumentar.
Y como toda cirugía es un poco arriesgada, lo ideal es estar en manos de los mejores especialistas, y sobre todo, tener conocimiento del proceso pre y postoperatorio para evitar complicaciones.
¿Qué forma de pecho tienes?
Ninguna mujer tiene los senos iguales, esto aplica también para la forma, que es casi como una huella dactilar. Por lo que existen varias maneras de hacer el levantamiento, según sea el caso:
- Mastopexia para pechos pequeños: si los tienes pequeños pero caídos, eres candidata para esta cirugía. Para este caso, es ideal la combinación de elevación con aumento.
- Mastopexia para pechos grandes: en el caso contrario, para quienes tienen mucho volumen y la gravedad tuvo su efecto negativo, el cirujano primero disminuirá la mama para luego elevarla.
- Mastopexia para pechos protuberantes: por lo general, ésta es una condición congénita que presentan los senos con forma cilíndrica y una distribución del tejido mamario irregular. Para ello, se reestructura la masa para darle forma y luego se hace el aumento necesario.
Unos pechos grandes ya no serán problema
Así como hay mujeres que tienen senos pequeños y sienten la necesidad de agrandarlos, hay quienes los tienen voluminosos y no se sienten a gusto así. Para estos casos existe la mamoplastia de reducción, un procedimiento quirúrgico que es cada vez más popular.
Las mujeres que deben soportar un peso considerable tienden a encorvar su espalda, esto les provoca constantes dolores, erupción bajo las mamas, sudoración y hasta problemas respiratorios. Pero tal vez ese sufrimiento pueda llegar a su fin, porque para ellas una cirugía de reducción mamaria significa la solución que esperaban.
No obstante, no es una intervención que se limita sólo a mujeres, ya que hay un porcentaje de hombres que sufren de ginecomastia o acumulación de grasa en el pecho. Para ellos, la mamoplastia de reducción es la mejor opción para acabar con ese problema.
Conseguir una forma estética y funcional
Este procedimiento se basa en quitar el excedente de piel, cambiar la forma y el peso de la mama. Y si el problema es una areola grande, también se deja el tamaño ideal. Para esto, el médico se asegura de guardar la simetría y forma, según el cuerpo.
Por lo general, la operación dura de dos a tres horas. Pero antes de llegar a ese punto, se deben pasar varias pruebas médicas que inician con una exploración de la mama, la piel de alrededor y la evaluación de la areola. Luego es necesario un estudio de mamografía.
¿Te asusta la posibilidad de que queden marcas?
Como toda cirugía, las cicatrices son habituales, sin embargo, esto depende de cada cuerpo. Para mamoplastia de reducción, se realiza una incisión en forma de ancla, por la que miden la cantidad de tejido a cortar. Tras esto, la areola es reposicionada en la zona alta. Concluida la intervención, tendrás un drenaje y el vendaje adecuado.
En cuanto a la cicatrización, tu cuerpo deberá responder a los medicamentos. Pero si te apoyas en médicos especialistas en la materia, la tarea será casi completa. Lo habitual es que la recuperación sea inmediata y notes la diferencia en el tamaño.
Toda cirugía tiene sus riesgos
Puede que seas una candidata para una mastopexia de pecho o una mamoplastia de reducción, pero es bueno considerar los riesgos. Los principales son: las infecciones, sangrados, contracturas y alergia a la anestesia.
No todas las mujeres se atreven a cambiar el aspecto de sus pechos por temor a que algo salga mal. Pero este riesgo se reduce si entras a quirófano de la mano de los mejores cirujanos del país.