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Quiero reformar mi casa, ¿por qué zona es aconsejable empezar?

A la hora de enfrentarse a una reforma en el hogar, son muchas las cosas que hay que tener en cuenta antes de ponerse manos a la obra. Desde pedir los permisos de obra al ayuntamiento, pasando por contratar al personal encargado de realizarla y siguiendo por conocer con qué zonas hay que ponerse primero manos a la obra. Vamos a conocer un poco más sobre el tema para tener toda la información necesaria para que nuestra reforma salga a pedir de boca.

Cada vez son más las personas que se animan a mejorar su vivienda por medio de una reforma. Una gran forma de ganar en calidad de vida en el hogar con la que ganar más espacio, luminosidad o para adaptarlo a los gustos personales. Pero para afrontar una obra de este calibre, lo mejor es contar con una gran organización para saber por qué zonas empezar y cuáles deberían seguirlas.

Un buen consejo cuando tenemos claro que queremos afrontar una reforma, es contar con la ayuda de profesionales en la materia. Es el caso, por ejemplo, si buscáramos un equipo de expertos en reformas en Córdoba con los que empezar a trabajar, los resultados seguro que serían más óptimos y más rápidos.

Primero hay que afrontar los básicos

Cuando ya tenemos claro el tipo de reforma que queremos realizar y los elementos que van a estar implicados en ella, es el momento de ponerse a planificar. Lo primero de todo es saber si se va a tocar la instalación eléctrica o las tuberías, ya que en caso afirmativo son dos cuestiones que conviene hacer desde el primer momento. El siguiente movimiento a plantear sería si queremos derribar paredes, quitar falsos techos, el alicatado o los suelos. Elementos que forman parte también del trazados básico de la vivienda y que hay que acometer en fases tempranas de la reforma.

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Si lo que queremos es afrontar la reforma dividiendo las distintas partes de la casa y no queremos tocar nada de la estructura básica, este sería el momento de meterse de lleno con cada una de las zonas. Por lo general, se suele empezar por el baño o por la cocina, y viceversa. Dejando para lo último el salón y las habitaciones.

La fase de decoración

Ahora llega la parte más creativa de todo el proceso y una de las más deseadas por muchos inquilinos, la decoración. Una vez que tenemos lo básico realizado, ya podemos meternos de lleno en el campo de la pintura de las paredes o de colocar el papel de pared si fuera el caso. Muy importante a tener en cuenta es que si vamos también a cambiar las puertas de la casa, es recomendable hacerlo antes de pintar para que estas no terminen manchadas.

El siguiente paso a realizar sería el de elegir el nuevo mobiliario básico que se quiere lucir e instalarlo correctamente. Esta es sin duda la fase en que se van a empezar a ver los resultados de todo el proceso de reforma, por lo que se suele afrontar con bastante optimismo y resulta muy gratificante. El último paso para completar el proceso sería colocar los pequeños detalles como lámparas, cuadros, las cortinas, etc. Una vez hecho esto, ya tendríamos nuestra reforma completamente terminada y solo nos quedaría disfrutar de ella.

Una reforma puede traer un montón de ventajas para la vivienda con muy pocos quebraderos de cabeza si se consigue organizar bien. Seguir el orden correcto de empezar por lo más básico y estructural de la vivienda, hasta acabar en la decoración y en los detalles más pequeños, solo conlleva los resultados más óptimos. Lo que se traduce en rapidez y ahorro de tiempo para el propietario, que podrá disfrutar de la reforma en un menor periodo de tiempo. No existen excusas para no lanzarse a reformar una vivienda cuando tenemos el gusto de hacerlo.

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