Existen muchos motivos por los cuales apostar por un tratamiento de rejuvenecimiento íntimo, como el láser vaginal. Todo comienza con las hormonas encargadas de mantener saludable y joven el órgano reproductor femenino, los estrógenos.
Estas hormonas se encargan del buen funcionamiento de los ovarios, regulan el ciclo menstrual y mantienen la elasticidad y humedad en las paredes vaginales, entre otras cosas. Es por ello que cuando hay un fallo o disminución en la producción de las mismas, se presentan síntomas que pueden generar molestias, las cuales se pueden acrecentar con el paso del tiempo.
Al avanzar la edad, los estrógenos disminuyen, especialmente cuando llega la menopausia. Igualmente, durante los embarazos, el parto y la lactancia, estos niveles de hormonas bajan considerablemente, es cuando dichos órganos íntimos se encuentran más vulnerables.
En esos momentos, el láser vaginal representa una solución para devolver a la zona íntima su juventud, y por lo tanto, su protección.
La atrofia vulvo-vaginal, un problema al que prestar atención
Resumen
Ya hemos comentado que cuando llega la menopausia, los niveles de estrógenos disminuyen, y como consecuencia, la zona íntima se ve afectada con síntomas que generan mucha incomodidad e incluso dolor. Esto se conoce como atrofia vulvo-vaginal postmenopáusica, y si no se trata con prontitud, se pueden acrecentar las molestias.
Entre los síntomas de la atrofia vulvo-vaginal encontramos comezón, ardor, dolor, irritación y molestia general en la zona íntima. Muchas mujeres presentan sangrado y un considerable incremento de estas sensaciones cuando tienen relaciones sexuales.
Esto se debe a la pérdida de elasticidad de la piel de la vagina y la vulva, así como a una resequedad que se enfatiza con el paso del tiempo, debido a la falta de lubricación natural.
¿Sucede únicamente durante la menopausia?
No. Los problemas hormonales que generan la atrofia vulvo-vaginal pueden presentarse en cualquier etapa de la vida de la mujer, desde la aparición de la primera regla, hasta la llegada de la menopausia. Por eso, si presentas estos síntomas de manera frecuente, es conveniente que consultes con tu ginecólogo de confianza, para descartar un problema hormonal.
¿Cuál es el mayor problema de la atrofia vulvo-vaginal?
A pesar de que es una condición que puede presentarse a cualquier edad, sufrir atrofia vulvo-vaginal antes de la menopausia es una excepción, no la regla. Ahora bien, lo que sí aplica en cualquier caso, es que el tratamiento oportuno y certero puede mejorar notablemente la calidad de vida de la mujer, incluso, cuando sucede en esta etapa.
La razón es que, a pesar de que la mayoría de los síntomas de la menopausia se van con el tiempo, los que pertenecen a la atrofia vulvo-vaginal, no solo se quedan, estos empeoran a medida que pasan los años y ponen en riesgo la salud de la zona íntima.
¿Cuáles son las consecuencias de no tratar la atrofia vulvo-vaginal?
Lo ideal es prestar atención ante la aparición de los primeros síntomas frecuentes, en especial, si ya se está en la edad cercana a la menopausia. En este caso, recomendamos acudir al ginecólogo especialista, como los de la Clínica Jaime I de Catarroja, donde podrán recomendar el mejor tratamiento.
Ahora, en caso de dejar pasar el tiempo, los síntomas se pueden acentuar y se puede presentar también la incontinencia, además de existir un alto factor de riesgo para contraer infecciones. Incluso, dado que las molestias suelen ser más fuertes durante las relaciones sexuales, esto podría desencadenar en un empeoramiento de la atrofia.
Los más efectivos tratamientos para la atrofia vaginal
Existen muchas maneras de tratar la atrofia vulvo-vaginal, incluso, algunas propuestas incluyen una dieta equilibrada, con alimentos ricos en estrógenos, como la soja y otras legumbres. Pero muchas mujeres utilizan estos métodos naturales como un complemento a otros más modernos, como la ginecoestética con laser diodo.
Este tipo de tratamiento consiste en la aplicación de energía térmica en la parte interior de la cavidad vaginal, mediante un equipo innovador especial que consta, entre otras cosas, de un cabezal. El calor emanado por el aparato estimula el flujo sanguíneo, lo que reactiva la producción de colágeno en esta zona.
Esto recupera la elasticidad de la piel, y le otorga un aumento de volumen y humedad a la vagina, protegiéndola nuevamente. También, fortalece el suelo pélvico, por lo que ayuda a controlar la incontinencia.
¿Cuánto tiempo dura el tratamiento? ¿Es doloroso?
El tratamiento de láser vaginal es ambulatorio, aunque puede necesitar dos o tres sesiones para observarse plenamente los resultados. La mayoría de las mujeres no experimentan dolor, solo una pequeña molestia que no tarda en desaparecer.